Es probable que estos días de vacaciones vayas a realizar
algún viaje aunque estés esperando un bebé. Se puede viajar estando embarazada,
seguro que ambos agradecéis un descanso, aunque hay ciertas recomendaciones
para viajar segura durante el embarazo que vamos a repasar a continuación.
Lo primero es señalar que el
segundo trimestre es el más seguro para viajar, aunque ello no quiere decir
que esté prohibido al principio o al final del embarazo, con determinadas
salvedades. La primera, como es lógico, que se trate de un embarazo de riesgo o
se haya recomendado reposo a la embarazada, no importa la etapa de gestación en
que se encuentre.
El primer trimestre es delicado para viajar, por lo que se
recomienda escoger destinos cercanos. Si sufres náuseas que puedan
incrementarse al viajar, no olvides preguntar al ginecólogo sobre algún
comprimido inocuo para el bebé que ayude a mitigarlas.
En el segundo trimestre es cuando por norma general la
mujer se encuentra más preparada y en mejor estado para viajar, las náuseas con
suerte habrá desaparecido, el embarazo está bien establecido, disminuye el
riesgo de aborto espontáneo y no habremos ganado tanto peso como para sentirnos
incómodas durante el viaje.
Respecto al tercer trimestre, probablemente hayamos
perdido buena parte de nuestra agilidad y el aumento de peso conlleva molestias
que nos hagan pensarnos dos veces el hecho de pasar un tiempo largo en un medio
de transporte que nos impida movernos libremente. El cansancio en esta etapa
aconseja escoger destinos cercanos y muy relajados.
Es entonces cuando será más importante moverse en la
medida de lo posible, estirar las piernas, caminar… y vestir con ropa cómoda y
holgada que no dificulte más la circulación, tan resentida normalmente al final
del embarazo.
En cualquiera de las etapas también es importante no salir
de viaje con el estómago vació y llevar provisiones que puedan aliviar las
náuseas o quitarnos el hambre en un momento dado, si no se puede parar durante
el trayecto. Lo que tampoco debe faltar es la bebida, lo más aconsejable el
agua para mantenerse bien hidratada.
En cualquier caso, sea el trimestre que sea, no olvidéis
que estamos hablando de vacaciones tranquilas, que no requieran esfuerzos
importantes que puedan afectar a la salud de la madre o del feto. Nada de
deportes de riesgo ni turismo de aventura a destinos exóticos que requieran
precauciones extremas.
En el equipaje deberemos llevar la historia obstetricia,
toda la documentación médica que tengamos (análisis, ecografías…) por si surge
algún contratiempo y en el lugar de destino hubiese que ir al médico, incluso
por la posibilidad de que se produzca un parto prematuro a partir del séptimo
mes de embarazo.
Es por ello que a partir de esa fecha es preferible
escoger destinos cercanos que nos permitan acudir a nuestro médico habitual
para cualquier consulta o contratiempo.
MEDIOS DE TRANSPORTE
DURANTE EL EMBARAZO
Avión
Ya vimos que se puede viajar
en avión durante el embarazo, no obstante es importante que la mujer se
cerciore de la normativa de cada país y cada compañía aérea, pues cada una
puede establecer sus propias normas.
En general, las aerolíneas recomiendan no efectuar viajes
en avión cuando el periodo de gestación supera las 32 semanas. Algunas exigen
que la mujer firme un documento que exonere a la compañía de responsabilidad
ante cualquier eventualidad que surja derivada de su estado. Además, algunas
aerolíneas ponen como límite una fecha anterior a las 32 semanas.
Respecto a si es necesario un certificado médico,
únicamente lo precisan las mujeres que superan las 32 o 35 semanas de gestación,
o si el tiempo de embarazo es incierto o si existen complicaciones en él.
Por descontado, no hay que volar si existe algún riesgo en
el embarazo, especialmente si hay indicios de que el parto puede ser prematuro.
En la medida de lo posible, nos sentaremos cerca del baño o de las salidas o en
la fila con más espacio para poder mover las piernas.
El cinturón de seguridad, como el del coche, se sitúa por
debajo de la barriga, desde las caderas. Cuando la luz de obligatoriedad de uso
del cinturón se apague, puede que necesitemos quitárnoslo para estar más
cómodas. En esos momentos, cuando podamos, conviene levantarse para estirar las
piernas, aunque no podamos ir muy lejos al menos nos acercaremos al baño, o
daremos pequeños paseos por el pasillo.
Puede que también nos levantemos a pedir agua, ya que en
los aviones la humedad suele ser muy baja y conviene beber muchos líquidos. Hay
que intentar dormir si el viaje es muy largo.
Tren
El tren es un medio de transporte muy cómodo, permite
mayor libertad de movimientos, por lo que cambiar de posición, acercarse a la
cafetería, al baño… será conveniente durante el trayecto. No obstante, no hemos
de olvidar que el traqueteo puede dar alguna sorpresa, por lo que conviene
caminar apoyándose en los asientos junto al pasillo.
Coche
El coche es la mejor opción para los trayectos cortos, muy
cómodo para ir a nuestro aire y, siempre con el cinturón de seguridad puesto,
descalzarnos o realizar movimientos de pies y piernas para favorecer la
circulación.
Además, permite parar cuando se necesite, y no intentar
alargar el tiempo de trayecto sin parar. Cada dos horas como mínimo es
aconsejable hacer una parada, porque como es lógico en el interior del vehículo
no se puede caminar ni ir al baño.
Como conductora, mejor no ponerse al volante en el último
trimestre: el volumen de la tripa puede hacerlo muy incómodo y el cansancio y
los problemas de circulación sanguínea dificultan y desaconsejan la conducción.
Autobús
Personalmente no me gusta demasiado viajar en autobús, y
dudo que lo hubiera hecho durante el embarazo (me refiero a viajes largos). El
autobús no suele tener baño, y si lo tiene es lo suficientemente estrecho como
para dificultar el acceso a una persona de cierto volumen.
Tampoco se permite pasear por el pasillo, es peligroso
pues existe el riesgo de que cualquier curva o frenazo nos haga perder el
equilibrio. Las posibilidades de movimiento son muy reducidas y las de parada
“a demanda” prácticamente imposibles.
Barco
El viaje en barco puede ser bastante relajado si nos
aseguramos que el estado de la mar va a ser tranquila. Pero puede darnos una
desagradable sorpresa en forma de oleaje y náuseas. Existen muchos tipos de
viajes en barco: desde simples ferrys que conectan dos lugares cercanos a
cruceros de distinta duración, por lo que las consideraciones serán distintas
en cada caso.
El crucero puede ser un viaje de relax (lo cual cambiará
bastante cuando lleguen los niños) y permite descansar si no nos apuramos con
las excursiones en las escalas ni queremos realizar la agenda completa del
diario de a bordo.
Si el ferry corto que tenemos que tomar ha coincidido en
un día de oleaje, mejor posponer el trayecto (siempre que se pueda) o cambiar
si es posible de medio de transporte, ya que el mar embravecido puede dar un
disgusto a cualquier persona, no digamos durante el embarazo.
Siguiendo todos estos consejos podemos viajar seguras
durante el embarazo y disfrutar de un tiempo de vacaciones “pre-bebé”. Y,
aunque se suele decir que tardará en repetirse un viaje, no seré yo quien lo
haga, pues os animo a que continuéis, una vez haya nacido el bebé, viajando en
familia.
Fuente: Viajar
segura durante el embarazo. Bebesymas.com
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Creo Mi Viaje, te invita a expresarte con total libertad, pero con respeto hacia los demás. Gracias.