Tipo: Iglesia, Basílica.
Localidad: Ciudad del Vaticano.
La Basílica Papal de San Pedro (en
latín: Basilica Sancti Petri, en italiano: Basilica Papale di San Pietro in
Vaticano), conocida comúnmente como Basílica de San Pedro, está situada en la
Ciudad del Vaticano. La basílica cuenta con el mayor espacio interior de una
iglesia cristiana en el mundo: presenta 193 m de longitud, 44,5 m de altura, y abarca
una superficie de 2,3
hectáreas . La altura que le confiere su cúpula hace que
sea una característica dominante en el horizonte de Roma. Es una de las cuatro
basílicas mayores.
En la tradición católica, la
basílica se encuentra situada sobre el lugar de entierro de san Pedro, uno de los
doce apóstoles de Jesús de Nazaret, primer obispo de Roma y, por lo tanto, el
primero de los pontífices. La tradición y las evidencias históricas y
científicas sostienen que la tumba de san Pedro está directamente debajo del
altar mayor de la basílica. En el sitio de la actual basílica han sido
construidas iglesias desde el siglo IV. La construcción del actual edificio,
sobre la antigua basílica constantiniana, comenzó el 18 de abril de 1506, por
orden del papa Julio II, y finalizó el 18 de noviembre de 1626.
FACHADA PRINCIPAL
La fachada principal de la
basílica tiene 115 m
de ancho y 46 m
de altura. Fue construida por el arquitecto Carlo Maderno entre 1607 y 1614. Se
articula a través de la utilización de columnas de orden gigante que enmarcan
la entrada y el «Balcón de las bendiciones», lugar desde donde se anuncia a los
fieles la elección del nuevo papa, y desde donde éste imparte la bendición Urbi
et Orbi. Tras el balcón se encuentra un enorme salón, usado por el papa para
algunas audiencias y otros actos, llamado «Aula de las bendiciones». A
continuación, se encuentra un altorrelieve de Ambrogio Buonvicino realizado en
1614, titulado “La entrega de las llaves a San Pedro”. En el entablamento,
situado debajo del frontón central, se encuentra grabada la inscripción:
IN HONOREM PRINCIPIS APOST PAVLVS
V BVRGHESIVS ROMANVS PONT MAX AN MDCXII PONT VII
En honor del Príncipe de los Apóstoles, Pablo V Borghese Romano
Pontífice Máximo año 1612 año séptimo de su pontificado.
La fachada está precedida por dos
estatuas de San Pedro y San Pablo, talladas en 1847 por Giuseppe De Fabris y
Adamo Tadolini, respectivamente, para sustituir a unas anteriores realizadas
por Paolo Taccone y Mino del Reame en 1461.
En la parte superior de la fachada
se sitúa el ático, en el que se abren ocho ventanas decoradas con pilastras.
Coronando el ático se ubica una balaustrada donde se sitúan 13 estatuas de 5,7
m: en el centro aparece Cristo Redentor, Juan el bautista a su derecha, y once
de los doce apóstoles, excepto San Pedro. Las esculturas son, de izquierda a
derecha: Judas Tadeo, Mateo, Felipe, Tomás, Santiago el Mayor, Juan el
bautista, Cristo Redentor, Andrés, Juan el evangelista, Santiago el Menor,
Bartolomé, Simón y Matías. A cada lado hay dos relojes realizados en 1785 por
Giuseppe Valadier. Bajo el reloj de la izquierda se encuentran las campanas de
la basílica.
INTERIOR DE LA BASÍLICA DE SAN PEDRO – LUGARES DE INTERÉS
Pórtico
El pórtico se encuentra situado
entre los cinco arcos que se abren en la fachada y las puertas del templo. La
entrada está flanqueada por dos estatuas ecuestres: Carlomagno (2), a la izquierda, obra de Agostino
Cornacchini en 1725, y Constantino (8),
obra de Bernini en 1670, situado ante la entrada del Palacio del Vaticano por
la Scala Regia. La bóveda esta decorada con diseño de Martino Ferrabosco pero
realizada por Ambrogio Buonvicino, e incluye las esculturas de treinta y dos
papas, situadas a los lados de las lunetas que contienen relieves en los que se
representan episodios de la vida de San Pedro.
En la pared por encima de la
entrada principal de la basílica se encuentra una parte del mosaico llamado La
Navicella, obra de Giotto y que se encontraba en la Antigua Basílica de San
Pedro, fue colocada en 1674 (1).
Puertas
El acceso a la basílica desde el
pórtico se realiza a través de cinco puertas, de izquierda a derecha son:
La «Puerta de la Muerte» (3) fue encargada por Juan XXIII y toma
su nombre por ser esta la puerta de salida de los cortejos fúnebres de los
papas.
La «Puerta del Bien y del Mal» (4) es obra de Luciano Minguzzi,
realizada entre 1970 y 1977.
La «Puerta de Filarete» o «puerta
central» (5) fue mandada construir
por el papa Eugenio IV a Antonio Averulino Filarete, que la realizó entre 1439
y 1445. Está hecha de bronce y dividida en dos hojas, cada una de las cuales
presenta tres cuadros superpuestos. En los cuadros en la parte superior se
representan a la izquierda a Cristo entronizado y a la derecha a la Virgen
entronizada, en los paneles centrales están representados San Pedro entregando
las llaves al papa Eugenio IV, y San Pablo con una espada y un jarrón de
flores. Los cuadros inferiores presentan el martirio de los dos santos: a la
izquierda la decapitación de San Pablo, y a la derecha la crucifixión de San
Pedro.
La «Puerta de los Sacramentos» (6) fue construida por Venanzo Crocetti
e inaugurada por Pablo VI el 12 de septiembre de 1965. En ella aparece un ángel
anunciando los siete sacramentos.
La puerta de la derecha es la
«Puerta Santa» (7), está realizada
en bronce por Vico Consorti en 1950 y fue donada al papa Pío XII por los
católicos suizos para el jubileo de ese año. En dos placas existentes a ambos
lados de la puerta se encuentran el escudo de Pío XII y la bula de Bonifacio VIII
que convocó el primer jubileo en 1300. En el entablamento del arco sobre la
puerta aparece la inscripción: PAVLVS V PONT MAX AÑO XIII. Justo encima de la
puerta se encuentra la inscripción: GREGORIVS XIII PONT MAX. Esta puerta
permanece cerrada y tapada con cemento por su parte interior. Solamente el papa
puede abrirla y cerrarla en los Años Santos, permaneciendo todo ese año abierta
para el acceso de los fieles que pueden ganar indulgencias.
Nave central de la Basílica.
El espacio interior está dividido
en tres naves separadas por grandes pilares. La nave central mide 187 metros de largo y 45 metros de altura; está
cubierta por una gran bóveda de cañón. Entre los años 1962 y 1965 esta nave
acogió las sesiones del Concilio Vaticano II.
Cabe destacar el particular diseño
del suelo de mármol, que presenta elementos de la antigua basílica, como el
disco de pórfido rojo egipcio sobre el que se arrodilló Carlomagno el día de su
coronación. La nave presenta una superficie de diez mil metros cuadrados de
mosaicos.
En los arcos se encuentran
estatuas de las virtudes. En los pilares de la izquierda, comenzando por la
puerta, la autoridad eclesiástica, la justicia divina, la virginidad, la
obediencia, la humildad, la paciencia, la justicia y la fortaleza. En los de la
derecha, comenzando por el altar, la caridad, la fe, la inocencia, la paz, la
clemencia, la constancia, la misericordia y la fuerza.
En los pilares se abren hornacinas
en las que se encuentran las esculturas de 39 santos fundadores. En los pilares
de la derecha, están las estatuas de Santa Teresa de Jesús (93, 1754), Santa Magdalena Sofía Barat
(93, 1934), San Vicente de Paúl (92, 1754), San Juan Eudes (92, 1932), San Felipe Neri (91, 1737), San Juan Bautista de La
Salle (91, 1904), la antigua estatua
de bronce de San Pedro (89, 1300) y
San Juan Bosco (90, 1936). En los
pilares de la izquierda: San Pedro de Alcántara (72, 1713), Santa Lucía Filippini (72, 1949), San Camilo de Lelis (73, 1753), San Luis María Grignion de Montfort (73, 1948), San Ignacio de Loyola (74, 1733), San Antonio María Zaccaria (74, 1909), San Francisco de Paula (75, 1732) y San Pedro Fourier (75, 1899).
En el perímetro de la nave
aparece, situado en el entablamento bajo la bóveda, con letras de dos metros de
altura, la inscripción:
QVODCVMQVE LIGAVERIS SUPER TERRAM, ERIT LIGATVM ET IN COELIS, ET
QVODCVMQVE SOLVERIS SVPER TERRAM, ERIT SOLVTVM ET IN COELIS • EGO ROGAVI PRO
TE, O PETRE VT NON DEFICIAT FIDES TVA, ET TV ALIQVANDO CONVERSVS, CONFIRMA
FRATRES TVOS
Todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo
que desatares en la tierra será desatado en los cielos. • Yo he rogado por ti,
que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos. Mateo 16:19
• Lucas 22:32
Nave de la epístola
Es la nave situada a la derecha.
La primera capilla aloja la Piedad de Miguel Ángel (9). Avanzando por la nave se encuentran los monumentos funerarios
de León XII (10), y la reina
Cristina de Suecia (11). A
continuación se encuentra la capilla de San Sebastián (13), presidida por un gran mosaico del martirio del santo, obra de
Pier Paolo Cristofari. Bajo el altar se conservan, desde el 2 de mayo de 2011,
tras una losa de mármol con la inscripción «BEATVS IOANNES PAVLVS PP. II», los restos
del Beato Juan Pablo II. En esta capilla también se conservan los monumentos funerarios
de Pío XI (12) y Pío XII (14), realizados durante el siglo XX.
A continuación se encuentran los
monumentos a Inocencio XII (15), y a
Matilde de Canossa (16). La
siguiente es la Capilla del Santísimo Sacramento (17), protegida por una puerta diseñada por Francesco Borromini. En
esta capilla se conserva el Santísimo Sacramento. Junto al ciborio de bronce y
lapislázuli que preside el altar, hay dos ángeles adoradores, y unas grandes
lámparas de aceite ardiendo permanentemente. La capilla fue diseñada por Carlo
Maderno para conectar la actual basílica con el cuerpo de la antigua. Contiene
dos monumentos: el de Gregorio XIII (18),
y el de Gregorio XIV (19). A partir
de aquí comienza la girola que rodea el espacio alrededor de la cúpula.
Nave del evangelio
Es la nave situada a la izquierda.
La primera capilla es la «Capilla del Bautismo» (71), el mosaico que se encuentra detrás del altar imita una pintura
de Carlo Maratta existente en la Basílica de Santa María de los Ángeles y los
Mártires.
Después de esta capilla se
encuentran los monumentos funerarios que contienen las tumbas de Clementina
Sobieski (70), y la de los Estuardo (69), con los enterramientos del rey
Jacobo III y sus hijos Carlos Eduardo Estuardo y el cardenal Enrique Benedicto
Estuardo. A continuación se encuentra la «Capilla de la Presentación» (67), en cuyo altar se encuentra el
cuerpo de San Pío X. En sus paredes se encuentran los monumentos a Juan XXIII (66) y a Benedicto XV (68), realizados en el siglo XX.
Seguidamente, se encuentra el monumento a Pío X (65), de 1923, y la tumba de Inocencio VIII (64), realizada por Antonio Pollaiuolo en el siglo XV.
Por último, se encuentra la
Capilla del Coro (63), presidida por
el Altar de la Inmaculada Concepción (62).
La capilla es gemela a la Capilla del Santísimo Sacramento, situada en el lado
de la epístola, por lo que presenta la misma configuración. En el último pilar
antes de pasar a la girola se ubican los monumentos a León XI (61), y a Inocencio XI (60).
Girola
La girola o deambulatorio es el
espacio que rodea los cuatro pilares que sostienen la cúpula y es el corazón de
la iglesia tal y como la había diseñado Miguel Ángel.
En el pilar que corresponde con la
nave de la epístola se encuentra el Altar de san Jerónimo (20), con la tumba del papa Juan XXIII, sobre la cual se encuentra
un gran mosaico de un cuadro de Domenichino. El espacio que queda entre la
Capilla del Sacramento y el crucero, acoge la Capilla Gregoriana (21), cerrada por una bóveda que en el
exterior conforma una de las dos cúpulas menores. Aquí se encuentra el monumento
a Gregorio XVI (22). Junto a ésta,
en el muro norte, se encuentra el «Altar de la Virgen del Perpetuo Socorro» (23), donde se encuentran las reliquias
de san Gregorio Nacianceno. Al lado está el Altar de san Basilio (24), adornado con un mosaico del siglo
XVIII, donde se encuentran los restos de san Josafat Kuncewicz y, frente a
éste, el monumento funerario de Benedicto XIV (25).
Una vez cruzado el transepto
aparece el Altar de la Navicella (32),
y, enfrente, el monumento a Clemente XIII (31).
Seguidamente se encuentran los altares del Arcángel San Miguel (33), de Santa Petronila (34) y de «San Pedro y la resurrección
de Tabitha» (36). En el muro oeste
se encuentra el monumento a Clemente X (35),
obra de Mattia de Rossi, a finales del siglo XVII.
En el lado sur de la girola se
encuentra, en la columna de la cúpula, un altar presidido por un mosaico que
reproduce el célebre cuadro de La Transfiguración de Rafael (59), en cuyo altar se encuentra el
cuerpo del beato Inocencio XI. La capilla adyacente, similar a la Gregoriana,
es la «Capilla Clementina» (58); en
ella se encuentran los monumentos funerarios de Gregorio Magno (56) y de Pío VII (57), de Bertel Thorvaldsen en 1831, único artista no católico que
trabajó en la basílica. A continuación se ubica el Altar de la Mentira (55) adornado con un mosaico del siglo
XVIII; frente a este, el monumento al Pío VIII (54), con una puerta que conduce a la Sacristía Mayor de la
Basílica.
Al otro lado del transepto se
encuentra el monumento funerario al papa Alejandro VII (47), una notable obra de Gian Lorenzo Bernini que muestra al Papa
absorto en oración, con la muerte, representada por un esqueleto sosteniendo un
reloj de arena, por encima de una puerta que simboliza la entrada a la otra
vida. Enfrente, se sitúa el «Altar del Sagrado Corazón de Jesús» (48). A continuación, la «Capilla de
Nuestra Señora del Pilar» (44),
donde se encuentran los altares dedicados a la Virgen del Pilar (46) y a León I el Magno (45), con un magnífico retablo de mármol
de Alessandro Algardi sobre la expulsión de Atila. Por último, antes del
presbiterio, se encuentra el «Altar de San Pedro curando a un paralítico» (43), del siglo XVIII, y la tumba del
papa Alejandro VIII (42).
Órgano
El órgano de la basílica se
encuentra entre la girola y el presbiterio; fue construido por Tamburini en
1962. Presenta dos cuerpos que se ubican en los brazos de la girola que parten
del presbiterio, respectivamente apodados, «Cornu Epistulae» y «Cornu
Evangelii». Estos dos cuerpos se corresponden con dos órganos construidos a
principios del siglo XX por Vegezzi-Carlo Bossi y Walker.
Transepto
El transepto norte se extiende
hacia el Palacio Apostólico Vaticano y fue diseñado y construido por Miguel
Ángel, que amplió el deambulatorio que habían diseñado sus antecesores, de modo
que ganó algunos nichos para altares coronados por grandes ventanas. En el
transepto norte, existen tres altares dedicados a san Wenceslao (27), san Erasmo (29), y, en el centro, el de los santos mártires Proceso y
Martiniano (28). El transepto sur es
similar al anterior, encontrándose los altares dedicados a san José (51), en el centro, y los de la
Crucifixión de San Pedro (52) y el
de santo Tomás (50).
A lo largo del transepto, en los
nichos de los pilares se sitúan esculturas de santos y santas fundadores de
congregaciones y órdenes religiosas. En el transepto derecho: san Bonfiglio
Monaldi (30), san José de Calasanz (30), San Pablo de la Cruz (85), san Bruno (85), santa Luisa de Marillac (26),
san Pedro Nolasco (26), santa María
Eufrasia Pellettier (86) y san Juan
de Dios (86). En el crucero
izquierdo: san Guillermo de Vercelli (49),
san Norberto de Xanten (49), santa
Ángela de Mérici (79), santa Juliana
Falconieri (79), santa Juana Antida
Thouret (53), san Jerónimo Emiliani (53), santa Francisca Cabrini (77) y san Cayetano de Thiene (77).
En el perímetro del transepto
izquierdo aparece, en el entablamento bajo la bóveda con letras de dos metros
de altura, la inscripción:
DICIT TER TIBI PETRE IESUS DILIGIS ME? CUI TER O ELECTE RESPONDENS
AIS: O DOMINE TU QUI OMNIA NOSTI TU SCIS QUIA DILIGO TE
Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se
entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor,
tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas. Juan
21:17
Por su parte en el transepto
derecho se encuentra la inscripción:
O PETRE, DIXISTI TU ES CHRISTUS FILIUS DEI VIVI, AIT IESUS: BEATUS ES
SIMON BAR IONA QUIA CARO ET SANGUIS NON REVELAVIT TIBI
Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Entonces
le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo
reveló carne ni sangre. Mateo 16:16-17
Presbiterio
El presbiterio presenta una
estructura similar a la de los extremos del transepto. Está dominado por la
Cátedra de San Pedro (39), situada
en el centro. Es un monumental relicario obra de Gian Lorenzo Bernini,
conteniendo una silla de época paleocristiana que según la tradición era la
utilizada por San Pedro; la silla se apoya en las esculturas de los cuatro
Padres de la Iglesia. El conjunto aparece iluminado por una vidriera con una
paloma, simbolizando el Espíritu Santo.
A la izquierda de la cátedra se
encuentra el monumento a Pablo III (40),
diseñado por Giacomo Della Porta. Por su parte, a la derecha se encuentra la
tumba de Urbano VIII (38), el
monumento está dominado por una estatua del Papa en el acto de bendecir;
flanquean el sarcófago figuras alegóricas de la Caridad y la Justicia y en el
centro, un esqueleto escribe el epitafio. En las columnas se sitúan las
esculturas de Santo Domingo de Guzmán (37),
San Francisco Caracciolo (37), San
Francisco de Asís (41) y San Alfonso
María de Ligorio (41). Por su parte
en los pilares de la cúpula se sitúan las esculturas de San Benito de Nursia (81), y Santa Francisca romana (81), y de San Francisco de Sales (83), y San Elías (83).
En el perímetro del presbiterio
aparece la inscripción en latín y griego:
O PASTOR ECCLESIAE TU OMNES CHRISTI PASCIS AGNOS ET OVES • ΣΥ ΒΟΣΚΕΙΣ
ΤΑ ΑΡΝΙΑ, ΣΥ ΠΟΙΜΑΙΝΕΙΣ ΤΑ ΠΡΟΒΑΤIΑ XΡΙΣΤΟΥ
Oh pastor de la Iglesia, alimenta a todos los corderos y las ovejas de
Cristo. Juan 21:15-19
Altar Papal
Se encuentra en el crucero,
situado bajo la cúpula, y está enmarcado por el monumental baldaquino de San
Pedro (82) obra de Gian Lorenzo
Bernini, construido entre 1624 y 1633. Realizado en bronce extraído del
Panteón, presenta una altura de 30
m . Está sostenido por cuatro columnas salomónicas a
imitación de las del Templo de Salomón y el tabernáculo de la antigua basílica,
cuyas columnas se recuperaron y se colocaron como adorno en los pilares de la
cúpula de Miguel Ángel. En el centro, a la sombra del baldaquino, rodeado por
el inmenso espacio bajo la cúpula, se encuentra el altar papal, un bloque de
mármol blanco en forma de paralelepípedo, y sobre él un crucifijo de bronce y
un juego de siete candeleros, en el cual solamente el papa puede celebrar la
Eucaristía en ocasiones solemnes. Fue colocado verticalmente sobre la tumba de
San Pedro y consagrado el 5 de junio de 1594 por el papa Clemente VIII. Este
altar es conocido como «Altar de la Confesión», al estar situado sobre el lugar
conocido como «Confessio», la tumba del Apóstol que con su martirio confesó su
fe.
En los pilares que sustentan la
cúpula se presentan cuatro esculturas mirando al altar, encargadas por Urbano
VIII, son: San Longinos (88) de Gian
Lorenzo Bernini (1639), Santa Elena (84)
de Andrea Bolgi (1646), Santa Verónica (80)
de Francesco Mochi (1632), y San Andrés (76)
de François Duquesnoy (1640). Sobre cada una de las estatuas existe un balcón
cerrado por sendas rejas tras las que se encuentran diversos relicarios: en el
de San Longinos se encuentra la reliquia de la Lanza Sagrada; en el de Santa
Elena se encuentra parte de la Vera Cruz; en el de Santa Verónica se conserva
la tela con el rostro de Cristo impreso; en el de San Andrés, hermano de San
Pedro, se conservaba el cráneo de este apóstol, pero Pablo VI lo regaló a los
ortodoxos como gesto de buena voluntad. En la parte alta de cada pilar hay
cuatro mosaicos que representan a los evangelistas con su respectiva
representación iconográfica.
Además de conocer la basílica por
dentro, es posible tomar un elevador hasta el techo y después subir unos 323
escalones para llegar al punto más alto del domo diseñado por Miguel Ángel,
desde donde se tiene una vista espectacular del Vaticano y de Roma. El precio por usar el
elevador es de 7 € y tienes una hora para subir y bajar a voluntad. Mientras
subes, un poco antes de llegar al punto más alto, te encontrarás dentro del
mismo domo, pudiendo mirar hacia abajo para encontrar una sorprendente basílica
y gente muy pequeña muchos metros abajo.
Toma en cuenta que son bastantes
escalones para llegar al domo por lo que la subida puede no ser apta para
aquellos con problemas cardiacos o para los adultos mayores, tampoco es buena
idea que los claustrofóbicos suban pues la última sección del ascenso se hace
por medio de una escalera espiral con espacio muy reducido.
Para consultar los horarios de
apertura, y precios actualizados, consulte este enlace.
La entrada se encuentra al lado derecho de la puerta de la Basílica.
Pieza del muro que cubría la tumba de san Pedro, en el que se puede
leer, en griego, la inscripción Petros eni (Pedro está aquí).
Después de ser crucificado, San
Pedro fue enterrado en una necrópolis y olvidado con el tiempo. Cuando el
Emperador Constantino se convirtió al cristianismo, ordenó la construcción de
una iglesia encima de la tumba de San Pedro. Esta iglesia fue reemplazada en el
siglo XVI por la actual edificación, la Basílica
de San Pedro.
Los siglos pasaron y el recuerdo
de la necrópolis debajo de la basílica se desvaneció por completo. No fue sino
hasta 1.939 que unos trabajadores que excavaban una tumba para el fallecido
Papa Pio XI redescubrieron la necrópolis. El Papa Pío XII ordenó la excavación
del lugar pero lo mantuvo en secreto, en caso de que la tumba de San Pedro no
fuera encontrada. Fue en 1.950 que Pio XII finalmente anunció el descubrimiento
de la tumba de San Pedro y en 1968 el Papa Pablo VI anunció que los restos del
famoso apóstol fueron encontrados.
La visita a las excavaciones
arqueológicas del Vaticano es muy solicitada y es necesario reservar con varios
meses de antelación para obtener un lugar. Los tours duran aproximadamente una
hora y media.
Todo el proceso de reserva se hace
por Internet directamente con las autoridades del Vaticano. El primer paso es
enviar un correo electrónico a
uff.scavi@fabricsp.va en español (o en el lenguaje deseado para la visita).
El contenido del correo debe incluir la siguiente información:
- El
número de visitantes en tu grupo.
- Los
nombres de cada visitante.
- El
lenguaje con el que quieres que se lleve a cabo la visita.
- El
periodo de tiempo en el que te gustaría hacer la visita (incluye las
fechas en que estarás en
Roma, ellos determinarán el día y la hora si es que hay espacios
disponibles).
- Información
de contacto (dirección de correo electrónico, número de fax o dirección
postal completa).
Una vez que envíes el mensaje, muy
probablemente recibirás un mensaje automático de respuesta confirmando que tu
correo fue recibido y explicando que ellos no te contactarán si no pueden
hacerte un espacio.
Si tu reserva es exitosa recibirás
una confirmación por correo electrónico semanas o meses después explicando
algunos detalles sobre tu visita, incluyendo el costo, la forma de pago (se
puede hacer mandando detalles de tu tarjeta de crédito por fax o correo
electrónico, aunque también suelen aceptar el pago día de la visita), la fecha
y hora reservados para ti y tu grupo. En el mensaje verás que se te pide que
confirmes tu asistencia, usualmente te piden confirmar dentro de los 15 días
anteriores a la visita, pero con cada solicitud es distinto. Es indispensable
confirmar tu asistencia, si no lo haces, el personal de la Oficina de Excavaciones
cancelará tu reserva definitivamente.
También es posible hacer la
reserva vía fax al número +39 06 69885318 o personalmente en la Oficina de Excavaciones (Ufficio Scavi) que está abierta de
lunes a sábado de 9:00 am a 5:00 pm (excepto días festivos).
Cuando llegues al Vaticano el día
de tu visita, antes de dirigirte a la Oficina de Excavaciones (Ufficio Scavi) tendrás que ir a que tus
bolsas, mochilas o cámaras sean revisadas en el puesto dedicado en el lado
derecho de la Basílica
de San Pedro. Para llegar a las oficinas debes pasar por la entrada del
Arco de las Campanas a la izquierda de la basílica, debes estar 10 minutos
antes de la hora de inicio de tu visita. En el punto 18 del mapa
de la Plaza de San Pedro encontraras el puesto de revisión y la Oficina de Excavaciones.
Nota:
Las fotografías con o sin flash dentro de la necrópolis están prohibidas. Los
del Vaticano son bastante estrictos en esta cuestión y fácilmente pueden
prohibirte realizar la visita. Evítate molestias innecesarias y cumple con las
reglas establecidas.
Más información en Visita
la tumba de San Pedro y la necrópolis bajo la Basílica de San Pedro del
Vaticano.
INFORMACIÓN Y
CONTACTO
BASÍLICA DE SAN PEDRO
Dirección: Plaza de San Pedro. Ciudad del Vaticano.
Teléfonos: +39 06 69883731
Para realizar una visita virtual a la Basílica de San
Pedro, aquí.
Transporte
Metro: línea A (naranja). Estación
Ottaviano-S. Pietro.
Autobuses: 34, 45, 64, 98, 881,
982, 916 y 62.
HORARIOS Y PRECIOS *
HORARIOS
Para asistir a misa en la Basílica
de San Pedro, consulte el enlace: HORARIOS
DE MISA.
Existen visitas guiadas gratuitas de
90 minutos que se ofrecen diariamente a las 2:15 pm (a veces a las 3:00 pm),
estas salen del centro de información turística.
PRECIOS
La entrada a la Basílica de San Pedro es
totalmente gratuita, sin embargo, si deseas subir al domo debes pagar 7 € por
el uso del elevador durante una hora.
Es posible rentar una audioguía
por 5 € en la entrada de la basílica. Las visitas guiadas diarias de las 2:15
pm son gratuitas.
* Creo Mi Viaje sugiere contactar con la entidad para confirmar
horarios, y precios.
UBICACIÓN
El
siguiente mapa muestra la ubicación de la Basílica de San Pedro, en la Ciudad
del Vaticano.
Ver CMViaje - Lugares de Interés en un mapa más grande
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